"La evaluación estandarizada del sistema educativo en su conjunto se instala en nuestro país durante la década de 1990 a través de la medición de los aprendizajes como expresión de calidad
educativa. En esa época, estas pruebas se caracterizan por tener un abordaje tecnocrático, orientado por el paradigma economicista de la “rendición de cuentas” bajo la lógica del control del
gasto y su racionalización, de acuerdo a los requerimientos de los organismos internacionales de crédito. Durante los gobiernos kirchneristas, se intentó construir un enfoque conceptual crítico sobre las evaluaciones estandarizadas. El nuevo marco normativo, estipulado por la Ley de Educación Nacional y por algunas resoluciones del Consejo Federal de Educación (99/2010 y 116/2010), establece que la información que aportan las pruebas no puede ser considerada como sinónimo de “calidad educativa” y siempre debe ser complementada con otros indicadores e investigaciones que permitan evaluar las distintas dimensiones que integran este concepto".
Opiniones de:
Liliana Pascual, Socióloga y doctora en Ciencias de la Educación (UBA), docente e investigadora de UNLa y UNQ, ex directora nacional de Información y Evaluación de la Calidad Educativa (DiNIECE)
Nicolás Trotta, Rector de la UMET
Xavier Bonal Sarró, Catedrático de Barcelona
Miguel Ángel Duhalde, Gremialista
Tomás Cancela, estudiante