"Cada año, entre los meses de febrero y marzo, Argentina participa en un intenso debate. Al fin de las vacaciones estivales, gobiernos y sindicatos docentes comienzan una compleja negociación sobre salarios y otras condiciones de trabajo que interpela a toda la sociedad. En 2017, el diálogo paritario se produjo solo a nivel de cada provincia debido a la decisión del Gobierno Nacional de no convocar a una paritaria general para todo el país, una novedad desde que se pusiera en marcha esta institución del federalismo educativo en el año 2008. Pero quizás no sea esta la principal novedad que trajo el 2017 en materia de salarios docentes".
Opiniones de:
Leandro Botinelli (Miembro del Observatorio Educativo de la UNIPE)
Diego Herrera (Licenciado en Ciencias de la Comunicación e integrante del equipo editorial de UNIPE)
Silvia Almazán y Marta Bordas (Gremialistas Bonaerenses)
Pedro Cormak (Gremialista de Santa Cruz)
Darío Toledo (Sindicalista de Santiago del Estero)
“En el texto introductorio, el rector de la UNIPE, Adrián Cannellotto, escribe: “Se trata de comprender si la mediación institucional y pedagógica de la educación es constitutiva de la comunidad político-estatal antes que definir su función en relación a la dotación de recursos humanos empleables, que es el modo con el que se busca compensar las desigualdades que produce el mercado, atando a las instituciones educativas a las lógicas de un mecanismo reparatorio. Para evitar la confusión hay que pensar la educación en el registro de la transmisión cultural. Un registro en el cual la formación y el conocimiento adquieren otra centralidad”. Y agrega: “Una discusión sobre el sentido de la formación supone también una discusión sobre una cierta ilusión solucionadora que ofrecen los paquetes educativos, suplantando las mediaciones institucionales y pedagógicas por obsoletas y caducas”.
Opiniones de:
Adrián Cannellotto (Rector de la UNIPE), Sebastián Abad (Director del Departamento de Humanidades y Artes de UNIPE), Pedro Daniel Weinberg (profesor de la UNIPE), Patricia Sadovsky (profesora de la UNIPE), Leandro Bottinelli (integrante del Observatorio Educativo de UNIPE).
“Si Sarmiento volviera a la vida -imagina Diego Herrera- tendría serias dificultades para comprender qué rol cumplen tutores, asesores pedagógicos, facilitadores pedagógicos digitales, promotores de la educación o referentes de alumnas madres. Se encontraría perdido en un mundo de siglas escurridizas: el DOE (Departamento de Orientación Educativa), ACP (ayudante de clases prácticas) o APND (acompañantes personales no docentes). (…) ¿En qué momento ya no alcanzan maestros, profesores, directores, inspectores, preceptores y secretarios? ¿Qué otros roles empezaron a gravitar en las escuelas y los jardines de infantes? ¿Hay claridad sobre su importancia? ¿Tienen algún reconocimiento social? ¿Quiénes saben para qué están allí?”.
Opiniones de:
Diego Herrera (Licenciado en Ciencias de la Comunicación e integrante del equipo editorial de la UNIPE), Roxana Méndez (directora de Inclusión Educativa, Educación Especial y Asistencia Técnica de la Provincia de Río Negro), Alejandra Risso y Javier Medina (promotores escolares), Andrea Bedini (directora de la Escuela Primaria N° 2 de Carlos Casares – PBA), Manuel Ovando (estudiante de quinto año y vocero del Centro de Estudiantes de la Escuela Normal Superior Lenguas Vivas – CABA), Cecilia Veleda (directora ejecutiva del Instituto Nacional de Formación Docente), Patricia Ledesma (docente del Jardín de Infantes N° 905 de Magdalena – PBA), Liliana Bortnik (ex asesora pedagógica y ex coordinadora de asesores pedagógicos de escuelas públicas de la CABA), Mabel Boeykens (vicedirectora del turno vespertino de la Escuela de Educación Secundaria N° 7 de Monte Grande – PBA), Sofía Luppino (la facilitadora pedagógica digital), Adriana Serrudo (coordinadora nacional de la Modalidad de Educación Intercultural Bilingüe entre 2009 y 2012).
El material comienza con una crónica escrita por Mariana Liceaga que tiene como protagonistas a Evarista Villán y sus doce hermanas y hermanos. Su padre, Juan de Dios Villán, alguna vez dijo: “Voy a poblar el Chaco de docentes” y sus hijas e hijos le hicieron caso: todos eligieron el aula como lugar de trabajo.
Opiniones de:
Cecilia Veleda (directora ejecutiva del Instituto Nacional de Formación Docente), Graciela Misirlis (secretaria académica de la Universidad Pedagógica Nacional), Sonia Alesso (secretaria general de la Asociación del Magisterio de Santa Fe y de la Confederación de Trabajadores de la Educación), Laura Maglione (estudiante del tercer año del Profesorado de nivel primario de la Escuela Normal Superior N° 4 de Caballito), Mariana Liceaga (periodista e integrante del equipo editorial de UNIPE).
“Los actos escolares -introducen los docentes e investigadores de la UNLu María Elena Barral, Natalia Wiurnos y Patricio Grande- ponen en escena situaciones del pasado, las actualizan en discursos y panegíricos, declamaciones de poesías y actuaciones de estudiantes que prestan su cuerpo y su voz a Cristóbal Colón, Manuel Belgrano, la negrita mazamorrera y el vendedor de velas. Una mirada más fría, situada fuera de la fiesta en la que todos participan, puede identificar una paleta multicolor de interpretaciones históricas: ¿qué se trae del pasado y para qué?, ¿con qué propósito se conmemora?, ¿cuáles son las reconstrucciones del pasado que se suceden en los escenarios?”.
Opiniones de:
María Elena Barral, Natalia Wiurnos y Patricio Grande (docentes e investigadores de la UNLu), Equipo de Educación Primaria de la Subsecretaría de Educación de la Provincia de Buenos Aires (DGCyE), Daniel Ferro y Cora Pepe (director y vicedirectora de la Escuela Primaria N° 10 de Barracas, CABA), Santiago Legato (alumno de quinto año y presidente del Centro de Estudiantes de de la Escuela N° 4 “Nicolás Avellaneda” de Palermo, CABA), Alejandra López (docente de la sala multiedad de 4 y 5 años del Jardín de Infantes N° 905 de Magdalena, Provincia de Buenos Aires).
En el texto introductorio, Marta Zamero (investigadora, formadora de docentes y titular de la cátedra de Didáctica de la Lengua y la Literatura III de la Universidad Autónoma de Entre Ríos) repasa algunas posibles respuestas desde distintas perspectivas teóricas que, por supuesto, impulsan diferentes modos de enseñanza de la lectura: “los aportes psicogenéticos se asocian a una línea didáctica conocida como prácticas del lenguaje en la que la lengua no es el contenido central de la alfabetización sino las prácticas sociales de lectura y escritura. Por su parte, los estudios cognitivos impulsan modelos más cercanos a los métodos fónicos para la enseñanza del sistema de la lengua escrita, aunque combinados con otros componentes de estilo y comunicación. Pero más allá de las adhesiones discursivas -explica Zamero en busca de una respuesta propia-, en la formación docente y en la escuela, el escenario actual no es reductible a esas posturas”.
Opiniones de:
Marta Zamero (investigadora, formadora de docentes y titular de la cátedra de Didáctica de la Lengua y la Literatura III de la Universidad Autónoma de Entre Ríos), Equipo Técnico de la Secretaría de Innovación y Calidad Educativa del Ministerio de Educación de la Nación, María Inés Oviedo (docente e investigadora de la UNIPE), Augusto del Cueto (maestro de segundo grado en la Escuela Primaria N° 19 de Villa Soldati), Rosa Lugo (titular de la cátedra de Alfabetización Inicial en el Instituto Superior de Formación Docente N° 112 de San Miguel y coordinadora del Taller de Lectura y Escritura en la Universidad de José C. Paz), Fernanda Chernis (docente de la Escuela Primaria N° 2, la Escuela Secundaria N° 4, y el Profesorado de Educación Primaria, todos de Carlos Casares).
En el texto introductorio, Mariana Liceaga y Julián Mónaco, integrantes del equipo editorial de la UNIPE, escriben: “¿Es la escuela un lugar machista? ¿Por qué podría no serlo? Estudiantes, docentes y familias nacen, crecen y viven en un mismo sistema que el feminismo, en uno de sus principales aportes a favor de la construcción de una sociedad más justa, ha identificado como patriarcal. Las personas que habitan las escuelas no están exentas. El machismo aparece todos los días en situaciones cotidianas que convalidan y reproducen ese sistema. Funciona en las prácticas: en los actos escolares los niños actúan de Cornelio Saavedra u otro de los miembros de la Primera Junta y las niñas venden pastelitos y empanadas. Funciona, también, en el lenguaje: “La maestra es como la segunda mamá”. Una idea que, además de adjudicar la tarea de crianza a las mujeres, desprofesionaliza la tarea docente. Desandar el camino patriarcal en la escuela es una lucha cotidiana”.
Opiniones de:
Mirta Marina Lopez (coordinadora del Programa Nacional de Educación Sexual Integral), Carolina Molina de Vedia, Natalia Bengoechea, Natalia Pissaco y Sofía Luppino (docentes de la Escuela Provincia de Chaco del barrio de Flores), Eleonor Faur (investigadora y capacitadora), Agustina Olivera (estudiante de quinto año e integrante de la Comisión de Género del Centro de Estudiantes del Lengüitas), Camila Escribal (capacitadora en escuelas iniciales y primarias de Rauch), Mariana Liceaga y Julián Mónaco (integrantes del equipo editorial de la UNIPE).
“La repitencia -escriben Mariela Julia Hernández y Florencia Maderna Negrin (sociólogas, docentes de la UBA e integrantes del equipo de Investigación de la UNIPE)- es un fenómeno educativo que abarca alrededor del 10% de la población de la escuela secundaria en Argentina y se mantuvo relativamente estable en los últimos quince años, tanto a nivel nacional como en la Provincia de Buenos Aires, que aloja casi al 40% de la matrícula estudiantil. En términos cualitativos, la repitencia se transforma en un problema de apariencia individual que promueve el abandono, retrasa el egreso, influye negativamente en la autoestima del estudiante, supone un aprender forzado y una pérdida de los grupos de pertenencia. (…) La repitencia no funciona positivamente como propuesta pedagógica, pero aun así persiste práctica y discursivamente en la comunidad educativa, más allá de las evidencias empíricas, de los diagnósticos de los expertos en temas educativos y de las transformaciones que se han desarrollado con la última Ley de Educación Nacional (2006)”.
Opiniones de:
Mariela Julia Hernández y Florencia Maderna Negrin (sociólogas, docentes de la UBA e integrantes del equipo de Investigación de la UNIPE), Mónica Esther Silva (ministra de Educación y Derechos Humanos de Río Negro), Sergio Siciliano ( subsecretario de Educación de la Provincia de Buenos Aires), Pablo Crucet (docente de la EEM Nº 1 de Balvanera y de la Nº 5 de Villa Soldati), Nelson Jáuregui Moreno (director de la Escuela Secundaria Básica N° 2 de Esteban Echeverría, Provincia de Buenos Aires) y Uriel Córdoba (estudiante de 4° año en la Escuela de Enseñanza Media N° 3 de Bajo Flores).
El trabajo inicia con una crónica escrita por Mariana Liceaga y Julián Mónaco luego de compartir un día entero con la maestra-directora, la auxiliar y los seis estudiantes de la Escuela Primaria Nº 14 de Punta Piedras: un paraje sobre un tramo no asfaltado de la Ruta Provincial Nº 11 en la Provincia de Buenos Aires. La crónica funciona como puerta de entrada a la modalidad rural, que se implementó como tal con la sanción de la Ley de Educación Nacional (LEN) en 2006. Esta modalidad representa el 9% de la matrícula total del país, con 129.000 alumnos en el nivel inicial, 449.000 en primaria y 263.000 en secundaria, distribuidos en alrededor de 12.000 escuelas.
Opiniones de:
Mariana Liceaga y Julián Mónaco (Miembros del equipo editorial de UNIPE), Alicia Fregonese (coordinadora nacional de la Modalidad Rural hasta febrero de 2017), Andrea Arturi (inspectora de nivel primario del Distrito Escolar 134 de la Provincia de Buenos Aires), Delia Lazzatti y María Emilia Arribere (docentes de escuelas rurales) y Valeriano Villán (director de la Escuela Nº 14 de Colonia Aborigen, Chaco).
“Se pensó esto de más tiempo de los niños en la escuela -introducen Luciana Aguilar y Marcela Terry (respectivamente docente-investigadora y socióloga, y docente y licenciada en Ciencias de la Educación)- como una oportunidad para garantizar aquello que aún se presentaba como desafío: la enseñanza de otros saberes, la presencia de nuevos lenguajes artísticos, la posibilidad de dinamizar espacios y tiempos, vitalizar la enseñanza y el aprendizaje de las áreas tradicionales del currículum, recrear las propuestas pedagógicas, sostener espacios de reflexión profesional entre los docentes, etc., etc., pensando en el aporte de la educación a la construcción de un país con mayor justicia e igualdad. Dicha meta demandaba encontrar nuevas y mejores maneras de enseñar para ofrecer a los niños más y mejores condiciones para que el aprendizaje se torne efectivo, expresión de un proyecto educativo democratizador”.
Opiniones de:
Luciana Aguilar y Marcela Terry (respectivamente docente-investigadora y socióloga, y docente y licenciada en Ciencias de la Educación), Andrea Bruzos (subsecretaria porteña de Coordinación Pedagógica y Equidad Educativa), Mariela Rosney (inspectora de Educación Primaria en el distrito bonaerense de San Vicente entre 2008 y 2016), Marcela Crespo (maestra de 4º grado de la Escuela Primaria de jornada completa N° 3 de Ezeiza), Juan Azerrat (vicedirector de la Escuela Media de jornada completa N° 3 de Villa Crespo) y Pedro Levy (estudiante de 5° año de la Escuela Media de jornada completa N° 3 de Villa Crespo).