"La evaluación estandarizada del sistema educativo en su conjunto se instala en nuestro país durante la década de 1990 a través de la medición de los aprendizajes como expresión de calidad
educativa. En esa época, estas pruebas se caracterizan por tener un abordaje tecnocrático, orientado por el paradigma economicista de la “rendición de cuentas” bajo la lógica del control del
gasto y su racionalización, de acuerdo a los requerimientos de los organismos internacionales de crédito. Durante los gobiernos kirchneristas, se intentó construir un enfoque conceptual crítico sobre las evaluaciones estandarizadas. El nuevo marco normativo, estipulado por la Ley de Educación Nacional y por algunas resoluciones del Consejo Federal de Educación (99/2010 y 116/2010), establece que la información que aportan las pruebas no puede ser considerada como sinónimo de “calidad educativa” y siempre debe ser complementada con otros indicadores e investigaciones que permitan evaluar las distintas dimensiones que integran este concepto".
Opiniones de:
Liliana Pascual, Socióloga y doctora en Ciencias de la Educación (UBA), docente e investigadora de UNLa y UNQ, ex directora nacional de Información y Evaluación de la Calidad Educativa (DiNIECE)
Nicolás Trotta, Rector de la UMET
Xavier Bonal Sarró, Catedrático de Barcelona
Miguel Ángel Duhalde, Gremialista
Tomás Cancela, estudiante
En el contexto argentino, desde hace varios años, la literatura muestra el involucramiento de los jóvenes con modalidades de participación política no convencionales. Por ejemplo, tuvieron un rol protagónico en el debate por la legalización del aborto que eclosionó en 2018 y, este año, los Jóvenes por el Clima ya organizaron tres manifestaciones frente al Congreso de la Nación inspirados en las acciones de la activista sueca Greta Thurnberg. Sin embargo, muchos de ellos no consideran aquellas acciones como políticas. Por otra parte, las prácticas convencionales –las vinculadas a las actividades partidarias– y los representantes políticos son objeto de fuertes críticas y cuestionamientos. Así, la valoración negativa del funcionamiento del gobierno, de las instituciones partidarias y de los representantes de los ciudadanos podría explicar su alejamiento de la política partidaria".
Opiniones de:
Daniela Bruno, Becaria postdoctoral de IICSAL FLACSO-CONICET y docente UBA
Claudia Bracchi, ex funcionaria
Silvia Martínez, inspectora
Maximiliano Pecorelli, docente
Nieves Oscori y Mayra Romero, estudiantes
"El tema del financiamiento también fue central en otros momentos del devenir de la educación local. La transferencia de las escuelas primarias del Estado Nacional a las provincias, a fines de la década del setenta, y la de las escuelas secundarias –a inicios de los noventa– fueron dos puntos de inflexión en nuestro pasado reciente. Es más, desde un punto de vista conceptual, con ellas se suponían zanjadas las indefiniciones sobre quién debía hacer qué en nuestro sistema educativo. En la medida en que los roles se suponían resueltos, también estaba despejada la cuestión del aporte de los recursos para desempeñar las funciones de cada uno. Las provincias deberían dedicarse a sostener sus respectivos sistemas educativos principalmente a través del pago de los salarios docentes (lo que no excluía otras acciones, por supuesto). Por su parte, finalizada la provincialización educativa, el gobierno central se comprometió a aportar para la capacitación de maestros y profesores, la infraestructura escolar y la atención de las desigualdades".
Opiniones de:
Alejandro Morduchowicz, Especialista en Planeamiento y Economía de la Educación
María Cristina Garello, Ministra de Educación de La Pampa
Juan Pablo Lichtmajer, Ministro de Educación de Tucumán
Cristina Storioni, Ministra de Educación de Neuquén
Mariela Nassif, Ministra de Educación, Ciencia y Tecnología de Santiago del Estero
"El peronismo clásico, a través de la determinación de la gratuidad, disputó a su modo el sentido de la Reforma del 18. Retomaba esa bandera democratizadora, y en algunos casos también incorporó críticas producidas en el seno de la misma tradición reformista, declarándola caduca, superada o cumplida a partir de las realizaciones que venía llevando a cabo en el campo universitario. Entre ellas no eran menores las cuestiones relacionadas al aumento de alumnos con una mejora del acceso desde el punto de vista social. Esa situación se vinculaba a la implementación de la gratuidad. Si bien el anuncio se realizó el 20 de junio de 1949, se estableció con posterioridad mediante los Decretos Nº 29.337/49 y Nº 4.493/52, integrando una demanda presente en el reformismo desde 1918 (1)."
Opiniones de:
Darío Pulfer, Director del Departamento de Ciencias Sociales y Educación de la UNIPE y del Centro de Documentación e Investigación acerca del Peronismo de la UNSAM (CEDINPE).
Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz.
Adriana Puiggrós, pedagoga y ex funcionaria.
Brenda Marcilio, estudiante.
Adrián Cannellotto y Marisa Díaz, *Rector y Secretaria Académica de la UNIPE, respectivamente.
"De modo que la relación entre educación formal e igualdad social tiene un doble sentido: la posición de los individuos y sus familias en las distribuciones de bienes y servicios en parte determina la experiencia escolar y los aprendizajes resultantes.
Al mismo tiempo, lo que hace la escuela, lo que ofrece como experiencia y los aprendizajes que construye, tiene determinados efectos en los distintos espacios o ámbitos donde se desarrollará la vida de las nuevas generaciones: la familia, el trabajo, los consumos, la política y la cultura. Por lo tanto, escuela y sociedad mantienen relaciones por demás complejas que son difíciles de expresar en forma simple."
Opiniones de:
Emilio Tenti Fanfani (docente e investigador) / Mercedes Miguel , (secretaria de Innovación y Calidad Educativa de la Nación) / Silvina Gvirtz, secretaria de Ciencia, Tecnología y Políticas Educativas de La Matanza / María Sol Abelenda, (docente) / Marcelo Bula, (director)
"En el primer año pos-egreso, el 45% de los jóvenes continúa estudiando, mientras que el 55% no asiste a ningún establecimiento educativo. La situación de cursada es asimétrica según el sector social del cual provienen: en los segmentos altos la concurrencia es casi del 70%, mientras que en los medios llega al 55%, y en los bajos apenas trepa al 34%. En este punto, si consideramos las diversas regiones del país, las diferencias tienden a diluirse. Mientras que en el Gran Buenos Aires estudia el 42% de los jóvenes, en la región Pampeana lo hace el 47%, y el 46% en el NEA y en el NOA. El índice sube un poco, no demasiado, en la región Cuyano-patagónica, donde llega al 53%".
Opiniones de:
Agustina Corica, Investigadora adjunta del CONICET-FLACSO y Docente e Investigadora de UNIPE; Lorena Luna, Licenciada en Relaciones Laborales; Fernando Premoli, Secretario de empleo de La Nación; Yésica Cornejo, Vicedirectora; Paula Lorenzo, Docente y Florencia Orellana y Nicole Krzyszycha, estudiantes.
"El cuestionamiento acerca de si una norma o situación escolar es justa es una constante de los estudiantes. Las concepciones sobre qué debe suceder en las aulas en relación a las reglas de convivencia muestran muchas veces divergencias de intereses y de expectativas entre jóvenes y adultos. No todas las situaciones son evaluadas de la misma manera ni bajo los mismos parámetros, aspecto que genera malestar o reclamos, y a veces hasta naturalización de momentos conflictivos. En una investigación llevada adelante entre los años 2016 y 2018 en escuelas de gestión estatal de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires y de la ciudad de Comodoro Rivadavia, ante la pregunta a estudiantes por las situaciones que les parecen injustas, el trato diferencial de las autoridades y profesores hacia los alumnos es uno de los reclamos más frecuentes, ocupando el segundo lugar luego de la demanda por la mejora en infraestructura".
Opiniones de:
Denise Fridman, Docente, investigadora e integrante de la Secretaría de Extensión y Bienestar Universitario en UNIPE, forma parte del Observatorio de Adolescentes y Jóvenes del Instituto Gino Germani, FSCO-UBA.
Lucía Litichever, Investigadora y co coordinadora del Núcleo de Estudios sobre la Escuela y los Vínculos Intergeneracionales en el Programa Políticas, Lenguajes y Subjetividades en Educación en el Área Educación de FLACSO y Docente y Coordinadora de Prácticas de Primaria en ENS Nº9
Mara Brawer, ex diputada y ex subsecretaria de Educación
Edith Bello, supervisora
Jeanett Hidalgo y Agustín Agüero, estudiantes
Carlos Molina, profesor y director
"Tanto en los medios de comunicación como en la sociedad civil y el mundo político se ha instalado una discusión sobre el sentido de la universidad argentina actual. El debate tiene mucho que ver con el financiamiento (con la justificación de la asignación de dinero), pero también con la vieja cuestión del valor (importancia intrínseca) o la utilidad (beneficio social) del conocimiento y sobre la sede institucional (universidad, institutos de investigación, empresas) donde tal conocimiento se produce. La universidad sigue siendo visualizada como el lugar de la producción del conocimiento, pero no solamente como eso. Señalemos, a modo de ejemplo, algunos interrogantes que articulan esa discusión, que lejos está de tener una forma precisa y ordenada: ¿debe ser gratuita o arancelada la educación universitaria? ¿Es “gratuito” sinónimo de “público”? ¿Tiene que ser masiva u ocuparse de la formación de élites? ¿Debe estar la formación universitaria necesariamente moldeada por el mercado laboral? ¿Expresa la universidad a la Nación y su despliegue o es sólo un espacio para las clases acomodadas? Si la universidad es expresión de la Nación, ¿debe organizarse de manera homogénea en todo el territorio y según lineamientos generales o bien regirse por la autonomía universitaria? ¿Es la universidad o la escuela secundaria la instancia que lidia con el problema de la formación?".
Opiniones de:
Adrian Cannellotto, Sebastián Abad y Esteban Amador; Rector, Director del Departamento de Humanidades y Artes y docente de la UNIPE, respectivamente
Pablo Domenichini, Secretario de Políticas Universitarias
Catalina Nosiglia, Secretaria de Asuntos Académicos de la UBA
Juan Pablo Paz, Investigador
Ayelén Rojas, estudiante
"Para enfrentar esta realidad e incrementar sus ingresos, la mayoría de los docentes toma más de un cargo. Según revela la encuesta de Ctera, el 54% de los maestros y profesores trabaja entre 24 y 45 horas reloj semanales, mientras que un 8% lo hace aún más tiempo. Sólo el 38% cuenta con un único cargo, equivalente a 15 horas cátedra semanales o 23 horas reloj. Esta carga horaria se circunscribe exclusivamente al tiempo laboral en la escuela, por lo que no contempla las tareas realizadas fuera de ella. Esta realidad –concluye el informe– “expone a una sobrecarga laboral que impacta en la salud y en la posibilidad de desarrollar adecuadamente el trabajo de enseñar”. La investigación asegura, además, que existe una correlación entre el mayor uso de licencias médicas y la mayor cantidad de horas trabajadas."
Opiniones de:
Diego Rosemberg. Docente universitario y periodista. Editor de La educación en debate, Datos de la educación y revista Tema (uno). Coordinador de ANCCOM.
Mario Oporto. Ex Director General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires.
Claudia Balagué. Ministra de Educación de Santa Fe
Horacio Cárdenas. Docente
María Luján Enrique. Coordinadora de la Unidad de prevención y promoción de la Salud de IOMA.
"El problema de la exclusión de las mujeres y de las identidades de género no binarias que tantas personas perciben en el masculino no marcado no es nuevo. ¿Por qué todos incluye a todas y al colectivo de quienes no se reconocen ni varones ni mujeres? Sin embargo, fueron estudiantes del nivel secundario quienes masificaron el desacuerdo. A partir de entonces, el lenguaje no binario pasó de identificar a grupos más pequeños de tenaces militantes feministas y LGBTIQ+ a ser –junto con los pañuelos– el símbolo de la ola verde que, a simple golpe de vista, se apreciaba como una multitud de mujeres muy jóvenes que cantaban “Ahora que estamos todes el patriarcado se va a caer”."
Opiniones de:
Diego Herrera, Licenciado en Ciencias de la Comunicación e integrante del equipo editorial de la UNIPE
Santiago Kalinowski, miembro de la Academia Argentina de Letras
Estrella Martínez, Inspectora
Paula Labeur, Profesora