“Las escuelas de gestión social constituyen un universo tan grande como heterogéneo -introduce el editor de “La educación en debate” y de la revista Tema (uno) de la UNIPE, Diego Rosemberg-. Fueron creadas por asociaciones civiles, fundaciones, comunidades religiosas, organizaciones de base o cooperativas, que a su vez pueden ser de padres, de docentes o de padres y docentes. Algunas provienen de la tradición de las ligas agrarias del Noreste yerbatero, otras, del Movimiento Campesino de Santiago del Estero y están aquellas que surgieron a partir de la autoorganización vecinal para la creación de jardines maternales en los barrios humildes de Mendoza. Un puñado nació a partir del trabajo cristiano de base en la Patagonia y otras se fundaron como respuesta y resistencia a la reducción del Estado a la mínima expresión en la década de 1990, impulsadas por habitantes de asentamientos en zonas vulnerables, obreros de empresas y fábricas recuperadas o integrantes de movimientos territoriales, sobre todo en el conurbano profundo”.
Opiniones de:
Diego Rosemberg (editor de “La educación en debate” y de la revista Tema (uno) de la UNIPE), María Inés Abrile de Vollmer (directora general de escuelas de Mendoza), Ana María Fernández (presidenta de la Asociación de Escuelas de Gestión Social), Silvina Servedio (docente en la escuela de gestión social Creciendo Juntos de Moreno), Patricia Allocati (madre de dos egresadas y un alumno actual del Instituto Comunicaciones), Rafael Gagliano (Director del Departamento de Ciencias Sociales de la UNIPE) y Serena Colombo (directora de la Escuela Mundo Nuevo de Villa Crespo, Ciudad de Buenos Aires).