"Es importante advertir que los principios de política universitaria impuestos por los organismos internacionales encontraron un terreno fértil en la clase alta argentina, los liberales a ultranza, las corporaciones profesionales conservadoras, la prensa de derecha, quienes eran (y siguen siendo) adversos a la democratización de la educación universitaria. Sus razones no son exclusivamente económicas sino fuertemente ideológicas. Los argumentos de entonces y de ahora son semejantes, sumándose en el escenario actual corporaciones empresariales interesadas en el negocio de la educación, que está en pleno crecimiento como parte del proceso de concentración global del capital. Los considerandos principales del rechazo a la gratuidad son: La educación es un bien y no un derecho. Y no es un bien social sino privado. Su carácter es individual y no social. Los sujetos de la apropiación de los beneficios de la educación universitaria son los individuos, y no se reconocen sus efectos en la sociedad."
Opiniones de:
Adriana Puiggrós (Pedagoga),
Danya Tavela (Secretaria de Políticas Universitarias),
Adrián Cannellotto (Rector UNIPE),
Santiago Gándara (Gremialista),
Josefina Mendoza (Estudiante y Diputada)